
Celos de que estés con ella, Yoyita
Te encuentro en la noche,
oscura,
amenazante de tijera en piernas
y savia entre selva
y amarguras,
ríos de sangre y agua,
leche expectante,
labios y hierbas que susurran
“adelante”
anhelantes,
incisivas.
Me abordas con la cuerda de lascivia
y matas,
degüellas,
me calcinas,
ocultas en tu piel mi fuego interno
decapitado,
maldito,
condenado al pantanoso sepulcro,
adicto,
alucinado en su ígneo recorrido,
absorto en su ir y venir
y en tus rugidos,
renegado y rebelde,
vanguardista bandido,
ofensor ofensivo.
Hartazgo tras el martirio…
la miel indiferente gotea,
surca los delirios
abandonada en tres ríos
de selvas,
tijeras
y troncos caídos,
desafiando al adiós
y a los hijos del frío,
a la guerra del ayer,
al pecho vacío.
Te suelto en la noche
irradiando entre ríos,
abandonando al pecho en su derrama
de calores dormidos,
abrazando oscuridades,
telones caídos.
Poema: Carlos Zapata (Querétaro, Mex.)