Me adentré en las plantas del desgarro
La lira no suena
La voz se está apagando mientras ilumino tus versos
Me di de bruces con la idea del nido
Un coral se destiñe
Prendaste cipreses en las líneas plata de mis cabellos
Me encontré con que no hubo consuelo
Ni poro sin mancha
Ni cautela posible en el alboroto de tus brazos inciertos
Carmen Teijeiro (Barcelona)
*Estamos de vacaciones, los correos electrónicos se atenderán a la vuelta (Disculpen las molestias) *
Ese ‘toque’ modo de escribir, ese fraseo hace tan bellamente reconocible el canto de la sirena…
¡Bravo, Carmen!
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Mil gracias, Vero! Da gusto toparse con tu comentario 😉
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Pingback: Las líneas plata | SIRENA RAPSODA
También hay hermosura en la tristeza
como tú demuestras,
y mucha.
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