
Ángeles y Demonios 13×21, Luis Hernández Blanco
Observo.
Entro y profundizo
hasta donde el mar y el cielo parlotean confundidos;
como así mismo sucede entre pulmones y branquias,
con voluntades y caracteres,
con blancos y negros
y entre plumas y escamas.
cuándo traspasan en umbral de la renovación
tras una y otra y muchas mezclas.
Nado y aleteo.
¿decisiones o designios?.
Sea como fuera
¡ prolongación !
Rutas multiplicándose.
Viajes añadidos.
Rompo — para sentirme liberado —
los mil y unnnnn nudo
con los que por largo tiempo
vagó atado mi propio hombre.
¡ Jaque a la vida !
una puerta de salida regalándome la escapatoria y…
¡ Deseo concedido !
perecen los monótonos y cansinos tic-tac.
Ya resulté absorbido
por reflejos que comulgan con la sed de los azules.
Permitiendo que me lleven las burbujas amplias
y los trazos espontáneos de unas pinceladas.
logro hallar fantasías que resultan ser más consistentes
que esta caduca y catatónica realidad.
Floto desleído
porque ya le perdí el miedo a los cuentos de brujas
y a la ignorancia que era servida con demonios
que mordían y devoraban las posibilidades venideras
con dientes afilados que les hurtaron con engaños
a bondadosos tigres y serpientes y tiburones.
Por ti: Autor que voceas arte,
ahora renuncio a la vergüenza de los prohibidos
vertidos por los encasillamientos.
Marcho adosado a los « tequiero » inexplicables y expresivos
que optan por realizar acrobacias y hacerme cosquillas.
Ya degusto
incluso las porciones que juguetean escondidas en la inmensidad;
al fin puedo disfrutar de los óleos,
la luz esquiva de la noche
y la que el carbón amamanta para que tengan valor
la multitud de cromáticos resguardados por las acuarelas.
Consigo oír silbar a los abetos —aún sin verlos. Sabiéndolos—
quedando derretido como miel sobre el asfalto y la polución
y cubriendo los insípidos grisáceos adoquines de las aceras.
Algunas veces, mis pies y mis manos,
me abducen para recordarme a mi yo de hormiga
y es entonces que recupero por completo mis sentidos.
¡ Dentro de este Aquí, inextinguible, que anda esparcido !
donde las acciones se fusionan
para alcanzar un sinfín de compases creativos.
Por ti, Autor,
que zarandeas mi aburrimiento con vigor
y de cualquier resta sacas suma.
Poema: Òscar (Barcelona)
saboresdetierra.com
318-omu G.S. (bcn. 2015)
Imagen: Luis Hernández Blanco (Valladolid)
Precioso, me encanta
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Acerca de como uno puede volar debido al hechizo que provoca una imagen.
Te saludo.
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Impresionante. Muy inspirado.
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Quedo preguntándome cuántas y cuántas palabras sostiene una imagen.
Tanta virtud y comunicación dispuesta en los trazos y colores.
Un abrazo.
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Qué lindo que es volar con las palabras!
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La poesía logra acentuar la “p” de personal al concedernos perspectivas fantasiosas; le otorga alas al diccionario, es un puzle interminable.
Salud y afecto.
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