para celebrar el final de La Primera experiencia “La poesía no muerde” tengo el placer de compartir con vosotros nuestra primera revista digital gratuita en la que podréis encontrar todas las creaciones, acceder directamente a todos los enlaces y algo más.
Espero que os guste y la disfrutéis.
Un saludo
Primera Experiencia “La Poesía no muerde”, La revista
La revista: http://issuu.com/lapoesianomuerde/docs/primera_experiencia_la_poes__a_no_m/1
Aprovecho para volver a lanzar la convocatoria para una posible “Segunda Experiencia”
Para facilitarme un poco las cosas, se convocan de momento “Las melodías”(Voces) y las “Imágenes”(dibujo, fotografía, pintura, collage…) Para apuntarse las Imágenes deberán enviarme una imagen (a partir de la que se escribirá un poema) y sus datos (nombre, apellido, (o nombre artístico), ciudad actual o de origen y si lo desean, un enlace a una página que quieran compartir) antes del 10 de Julio. A cambio recibirán (durante el mes de Julio) un poema que tendrán que ilustrar en un plazo máximo de 40 días desde su recepción.Las imágenes podrán enviar más de una imagen para que se escriba a partir de ellas, tened en cuenta que ilustrarán el mismo número de poemas que de imágenes remitidas. Las melodías (Voces ) enviarán simplemente sus datos y leerán/cantarán/interpretarán mínimo dos poemas, de poder y querer leer más que no duden en especificarlo en el correo que me remitan, permitirán la participación de más “palabras” ya que quedó demostrado que carecíamos de voces…
(antes del 10 de Julio, )
Las palabras se convocarán más tarde, en función de las “Plazas” disponibles, por lo que no dudéis en atreveros con otra categoría…
lapoesianomuerde@gmail.com
Se agradece la difusión de dicha información
Para más detalle os dejo la convocatoria anterior:
Despacio.
Apresúrate despacio.
Anuda momentos de escaleras y vías,
de relojes que se tropiezan colina abajo,
de pulsos al hierro;
pero al compás de la calima,
cuajando la huella de cada paso.
Despacio.
Respira.
Contempla.
Escucha.
Espera.
Camina, no corras,
no mueras un día
sin haber pisado la vida.
Ya sé
que cuando sacan petróleo de una guerra
no están pensando en metáforas.
Sin embargo fíjate,
ahora que quedó claro que el capitalismo salvaje
es un epíteto,
como los mercaderes hacen con el libre mercado
prosopopeya
y convierten la democracia en una hipérbole,
y convierten la democracia en una anáfora,
y toman el gobierno del pueblo en antítesis
y administran sus intereses con un símil
y gestionan los países como empresas
y exhortan a las naciones con un apóstrofe
y se dirigen a electores y votantes
y arengan a consumidores y clientes
y reclutan mano de obra
y alistan todas las metonimias
y las llaman cascos azules
y las llaman boinas verdes
y decretan el comienzo de las perífrasis
y declaran
el envío de tropas para el inicio
de operaciones defensivas en prevención de un ataque
y dicen eufemismos
y disparan
eufemismos
que provocan daños colaterales
y causan bajas.
Ya sé
que cuando sacan petróleo de una guerra
no están pensando en metáforas.
Ya sé que ratatatatá
no es más que una onomatopeya
sin embargo fíjate
que suena como un oxímoron
de labor humanitaria
en una misión de paz.
Ya sé.
Sin embargo
fíjate ahora en nosotros
recitando
con una paloma como único símbolo
mientras
la poesía
mata.
http://www.ivoox.com/resulta-habia-series-primera-experiencia-la-poesia_md_3023749_1.mp3″
Resulta que había series,
existía la posibilidad de una serie.
Uno, dos, tres, cuatro…
Tantos como yo quisiese
o necesitase
o acaso fuese capaz.
Ser capaz es algo terrible,
monstruosamente imposible de adivinar.
Ser capaz es jugar.
Jugar es un país, un huerto, un río,
un cacho de suelo. Podría ser una patria,
tal vez un comienzo.
Jugar es más, es mejor, es sumar.
Siguiendo los pasos de la creación: Poema: Belén Drake ( Ávila) Ilustración: Luis Hernández Blanco (Valladolid) http://www.deshuesado.wordpress.com Voz: Yolanda Vilorio Gómez (Bilbao)
Debajo de la corteza terrestre también
a veces un sístole,
a veces un diástole,
un pecho a veces
y una caja torácica siempre
con un enjambre de moscas
saliendo de entre las costillas.
Mira mi rostro, y dime en qué piensas. Sé que no me ves a mí, que no piensas en mí.
Tan sólo piensas en el terror que aguardo en mi interior.
Me ves y no piensas en mí, me ves y sólo rezas por ti, ¡para que no te pase!
Soy un muerto en vida, un pobre e indefenso diablo.
No eres capaz de fijarte en mis ojos, nunca lo has hecho. Pero en ellos, si te fijas, aún reflejan vida, no la tuya, sino la mía, porque hay fulgor en ellos, y el poco centelleo que en ellos hay, evidencian lo que llevo dentro pero, aún hay más, si te fijas, revelan algo que en ti falta y en muchos más.
Respiro, y soy consciente de ello. Porque esos ojos que no ves, ahora están más atentos que nunca.
Me pierdo cuando miro la extraña rama de un viejo árbol, y busco y encuentro rostros en él, como si almas guardara en su interior.
Ahora una simple gota de lluvia la siento en todo mi cuerpo. Mi cuerpo…
Hasta el poco tiempo que tengo lo pierdo a veces en mover los dedos de los pies, y al sentir que están ahí, me río, por majadero, por idiota, y por sentirme de esa forma aún vivo.
Sigo soñando, no creas que he dejado de hacerlo. Que aún me gusta soñar despierto e imaginarme entre sus brazos y en aquél lugar. Sueños que nunca se llegarán a cumplir. Quizás por eso sean los mejores…
Ahora la vida llega a mí como las olas a una apartada orilla. Nunca valoré tanto como ahora el canto de un pájaro, la sonrisa de un niño o sentir el calor del sol sobre mi cara pálida.
La muerte me busca jugando al esconder, y yo riendo la espero.
De mis encuentros pequeños con gente que no quiero, de mis palabras calladas y mis excusas sinceras por irme, alejarme y liberarme. De todo lo indeseable, de mi diccionario de exabruptos, de mis ganas de no repetir el comportamiento tóxico de escuchar venenos y envenenarme, de las pesadillas, los fantasmas enemigos, las garrapatas insidiosas y los vampiros poco elegantes vestidos de marca y dinero. Del que quiera entender, de mi ser hipócrita, de lo peor que me carcome para hacerme claro sabiendo que tejen mentiras suaves arañas de terciopelo. De mis tumbas cavadas y mis muertes anunciadas. De la absoluta mitad de vida que no me gusta y no lucha.
Sueños de gata.
Pensamiento sucio,
a veces.
Mirada sibilina y
siseante.
Mira y siente,
pero no ve.
La gata saborea
e, insistente,
se seca el pelo
que antes lamió.
Lame, sesuda y,
mientras se limpia,
se asombra
y se asoma
a la vida
tras la reja azul.
Desnúdame primero con los ojos y déjame desnudarte igual. No necesitamos un motivo para tenernos, nos necesitamos y ya. Deja caer mi ropa y bésame como la primera vez. Siente latir mi corazón en tu pecho y una vez en el lecho, ámame intensamente.
Repite mi nombre dulcemente y lleguemos al universo del placer. Con cada una de tus caricias házme estremecer. Dejemos salir a flote la pasión al contacto de nuestras almas, de nuestra piel.
Seamos dos cuerpos que se unen al calor del amor, perdamos la cordura y seamos dos locos amantes que no conocen de limites, espacio ni tiempo. Solo de placer.
Fundamos nuestros corazones y tatuemos nuestros nombres en la piel embriagándonos con el perfume de nuestra pasión, seamos hoy y siempre dos hecho uno
La que aún caliente
recorre de norte a sur
las calles de la ciudad,
derramada en vano
o en nombre del bien
de muy pocos,
también de falsa inocencia
mancha mis manos.
Y no hay
como un zumo matutino
para afrontar
este frío convenio.
Amanece la noche.
El mar se duerme con su ojo abierto.
Es un animal que no descansa, el mar.
Ese mar de mi, adentro. Mis olas
volcando la tierra de mi cuerpo,
rompiendo en las piedras de mis venas.
Una vehemente tranquilidad enardece
el corazón del ave, quiebra las nubes,
baja el aire.
Amanece, la noche, quieta. Noche
que es el día, como es húmeda
de mi piel la orilla. Este mar que soy, somos.
Sol de luna llena, encontrado el loco y su demencia,
agua salada para las heridas abiertas.