Una guitarra, un sueño en la maleta
y el turquesa del mar abraza un nuevo día,
sereno, con aires de grandeza.
Sobre la roca se yergue la marea
y besa el alma libre de un poeta
que llora sus versos en la arena.
Ajenas al dolor ríen las voces
que se mojan bajo un sol miope.
Las olas agitan al amor y engullen su nombre.
El olvido tiene aroma de mujer
y el deseo es un verano cautivo
en un cuerpo moribundo de querer.
El mar arrastra su consuelo a la deriva,
desvanece con la espuma los recuerdos,
sueños de sal dormidos en la orilla.
Siguiendo los pasos de la creación:
Imagen: Jaime Domech (Málaga) https://jdomech.wordpress.com/ https://cadaverexquisitofotografico.wordpress.com/
Poema: Nuria Caparrós Mallar (Barcelona-Ciudad de México) t http://inspirandoletrasyvidas.com/