¿Conocéis mejor forma de pasar el día, o más bien la noche, que con Poesía sobre el miedo? Una vez más, mi enhorabuena a todos los participantes. Deseo que esta revista esté a la altura de vuestro trabajo. Y como siempre: “A compartir sin moderación, la poesía no muerde”.
Un saludo y feliz noche de Halloween a todos.
Os invito a disfrutar de nuestra séptima revista, disponible en Issuu
Te he perdido… tantas veces,
De mis errores aprendí a aceptarlos
como un hecho inevitable,
pero aferrado a la vida
Caí en huecos insondables en un árbol agrietado por los días.
en cielos oscuros, sin pájaros ni Memoria
en laberintos etéreos, pero grávidos.
en mares de desconsuelo y exilio.
Para no pensarte, me he quedado sin recuerdos
Y sin querer pensarte, volvías.
Te evité, entre conjuros, copas vacías,
y destellos de sorpresivo discernimiento…
Pero todo lo que resistimos persiste
El sol, tras la línea permeable del infinito
como una frontera natural,
divisoria de aguas entre países, parajes de tiempo.
El futuro está detrás. Sórdida ironía del Destino
No puedo estar sin tí,
amor… mi mundo ajeno.
Siguiendo los pasos de la creación:
Imagen: Raúl Sánchez Alegría (Vitoria-Gasteiz)
Poema y voz: Amalia Pedemonte (Buenos Aires, Argentina)
Ella me dijo que el mar era esa puerta,
Misteriosa entrada impregnada de fragmentos de vida,
ella aún escucha el crujido de las olas.
Le parece ver a un león herido arrancando de sus entrañas rayos carcomidos
de un sol envejecido y cubierto de soledad.
Ella corre quiere olvidar y sus piernas son
gigantes inmóviles devorando una tierra ocre y fría
Elle quiere escapar y en su corazón esconde un pájaro herido,
Un mundo sin sentido resbala en toboganes invisibles,
Frente al mar, ella habla con algo que se parece a sus sentimientos,
les quiere preguntar de qué color es el olvido,
Cómo hacen las flores que al marchitar no se les oye llorar,
Les quiere preguntar de dónde viene ese terrible alarido,
un grito envuelto de memoria y ahogado en el vacío,
Camina sola, se avanza, le habla…
No entiende sus signos, no comprende su idioma,
Piensa que quizás como ella hable la lengua,
de los pájaros, o bien, simplemente la de las orquídeas rojas.
Ella arranca de la espuma las lágrimas escondidas,
que una gaviota negra sembró en surcos de agua,
Ahora se mira, se teme es animal salvaje,
compuesto de espejos, calendarios, fatalidades y tiempo,
Se observa, reconoce su cabellera escarlata,
Y adivina en sus ojos un mar disfrazado de bosque,
que arranca a la tierra su último latido
Siguiendo los pasos de la creación:
Poema: Patricia Sabag (Reims, Francia)
Imagen: Gema Albornoz(Aguilar de la frontera, Córdoba)