
Jaime Domech (Málaga) https://jdomech.wordpress.com/
LO MÁS REVOLUCIONARIO
Lo más revolucionario que puedo hacer,
a día de hoy,
es sentarme en un banco al aire libre
bajo la sombra de los castaños
Vengo de caminar por las aceras ocupado en no caerme
poniendo (me) las gafas de sol
quitando (me) los auriculares
quitando (me) las gafas de sol
poniendo (me) los auriculares
Rehuyendo a los niños
que salen de la escuela de dios a las dos
No me gustan sus gritos
ni sus padres incómodos
sin disfrutar el momento
de niños gritones y llorosos
No me agradan los padres
de niños de colegio de pago
ni me agradan los hombres y mujeres
que viven en las casas de estos barrios del centro
Con esto no quiero decir
que prefiera a los niños
que roban en manadas
aunque sea por necesidad
ni que quiera conocer o tratar
a sus padres chatarreros,
drogodependientes, jardineros
o estilistas en paro
Veo a una mujer que conozco y me hago el loco
o el despistado
o el miope
porque tengo miedo en el corazón
Lo más revolucionario que puede hacer alguien como yo,
a día de hoy,
es sentarse en un banco al aire libre
bajo la sombra de los castaños
Quitarme las gafas de sol, los auriculares
esconder el móvil en el bolsillo
mirar a la gente que pasa
con curiosidad, sin miedo
Mirar a las mujeres,
chicas y niñas
sin ocultar mi posible deseo,
atracción o deleite
Mirar a los hombres como si no fueran mujeres
a niños tristes y solitarios
a hombres engreídos que necesitan imponerse
a viejos muy ancianos que parecen fuera del mundo
Estar sentado en el banco
como quien no tiene nada que hacer
Las palomas han aprendido a hacer lo que se espera
hacía años que no reparaba en ellas
La clorofila verde asciende por las hojas
de los castaños rodeados por tubos de escape
Gente que vive en la misma ciudad
que apenas me ve, a la que todavía temo
Hacer esto cada día
sentarme en un banco
mirar todo lo que quiero
mirar antes de retirarme
Una mujer que me conoce se hace la loca
o la despistada
o la miope
porque aún tiene miedo en su corazón
Hugo Argüelles