Revuelco mis cajones buscándote,
Revuelvo mis razones, encuentro astillas de perdones.
Pedazos de un si, trocitos de a veces, trizas de tal vez.
migas de un no, añicos de un después, partículas de ojalá si,
fragmentos de si envueltos en no,
Busco en mis bosques y en mis ríos
tu eco, tu sombra…
Yo quería encontrar tu presencia
Quería decirte que los días son largos.
Ayer recogí del pozo amargo un jarro de silencio,
lo he guardado porque hablaba.
Ayer mis pupilas congelaron el vacío,
lo he guardado porque era mío,
el mar era violento y frío.
Yo quería cuajar mis ilusiones,
recitarte el cuento del fruto de las emociones,
de vez en cuando decirte mis canciones.
El tiempo no parece darme tu sabor,
y está brisa que quema no tiene calor,
trato de curarme de ti.
Nada tiene ni tu gusto, ni tu color miel,
ni el delicioso veneno de tu piel,
no hay sol en el que no pueda verte,
no hay gotas de mi alma que no te contengan,
ni pensamiento mío que no bañe en tu rocío.
Yo sé que no sabes llorar,
Yo sé que a ti te basta el mar,
Pero yo te quiero mi río
Porque tu música me hace respirar.
Sendero sin vías, entras en mis arterias.
Quizás por descuido te llegó mi olvido,
Quizás por descuido yo muero de frío.
Eras una llanura abierta, un métal sombrío.
Y me pregunto
Cuál es el segundo que no está embarrado de tu vida.
Giro y doy vueltas, mi vértigo tiene todo del hastío,
Cuál es el minuto que no te invoque,
Giró y mi mareo tiene algo de sal y desaliento,
Cuál es la hora en la que este profundo océano
te devuelva amor mío y se lleve mi pena
que ya ha perdido hasta su tiempo.
Que ya ha perdido en pedacitos de viento
mi fuerza entera y mi deseo de amar.
Vuelve tú, que te llevo en mi mar.
Vuelve tu mi esencia de azahar.
Que el tiempo no sabe esperar
Patricia Sabag (Reims, Francia)