Pájaros borrachos de sol arrancándose las plumas…
nuestros gestos eran demasiado claros
o bien demasiado torpes y desteñidos,
para cargar con nuestras sombras,
Para barrer tanta pesadumbre y cargar con las alas de un ángel roto…
Tanto silencio fermentado
convertido en añicos de lo incompleto
Y entonces ahogados en la luz, las bocas cansadas de morder el sol y de arrancar los rayos de improbables estrellas muertas.
Oíamos esa voz lejana…. murmullo casi incierto de lluvias torrenciales,
de las palabras encerradas y de una nave que extraviaba la razón.
Voz de plumas y de papeles subiendo el infierno de la memoria.
Atreverse a amar, delirar en el laberinto del amor
y al amanecer arañar el nacimiento de un nuevo mundo
Como feroces combatientes desafiando un tiempo incierto.
Siguiendo los pasos de la creación:
Imagen: Bernardo Arcos Álvarez (Ciudad de México)
Poema: Patricia Sabag (Reims, Francia)
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