Con el miedo dictando sinrazones
que por mesura y prudencia
pasan
dando con todo al traste.
Con la levedad de las palabras
violadas
llevadas de un extremo al otro
al son del Poderoso Señor del Aire.
Con la monotonía contínua
de desventuras televisadas,
taladrando todo sereno rigor.
endureciendo alma, seso, piel:
“Cosa de todos, cosa de nadie”.
Llegarán, profanada la noche,
…y no habrá lobos que nos guarden.
Honorables carniceros:
listos, en canal estamos,
piezas prestas
para su ominoso embarque.
Siguiendo los pasos de la creación
Poema: Raúl Sánchez Alegría (Vitoria-Gasteiz)
Imagen: Hélène Laurent (Lille, Francia)