Amiga, te juro que no sé cómo lo hice. Cómo me dejé caer en brazos de quien sabía que sería mi perdición. Me conoces, sabes que traté de mantener el control. Pero te cuento, amiga, cometí el más grave error. Ahora quiero verlo, ahora lo necesito. Como un estúpido vicio, él me maneja a su antojo y yo me dejó lanzar al precipicio de sus deseos.
Me arrojé en sus brazos, me entregué al placer. No puedo mentirte, me enamoré. Sé que me advertiste, me protegiste, pero aún así me lancé. Mi acto suicida sabe a amargura. Hubiera sido mejor morir, que sacrificar el alma. Reniego de lo que siento, pero tenías razón. El quiere mi cuerpo y yo su amor. Muero en cada intento de ganar su corazón
Noelia Rivera Cotto (Cidra, Puerto Rico)
Reblogueó esto en Karma Lunáticay comentado:
Más que agradecida por la oportunidad.
Me gustaLe gusta a 1 persona