Mis pasos me llevaban por un sendero lleno
de letras diseminadas,
algunas se habían unido, fusionado para
juntas hacer pequeños versos,
otras más atrevidas llenaban grandes espacios,
se hacían llamar estrofas.
Seguí caminando por aquel sendero,
cuando quise sin darme cuenta estaba
en el interior de un inmenso bosque,
mire hacía arriba y vi altos árboles con troncos
tan grandes que no los podía abarcar con los brazos,
troncos que ascendían formando espirales de letras
para acabar en grandes copas que me tapaban la luz
del sol,
un cartel que había en un claro leí,
bienvenido al bosque de los poemas creados por ti.
Aquello me dejo confundido, perplejo,
pues me hallaba en un lugar creado por mi imaginación.
Gire sobre mis pies mirando en rededor.
Me hallaba justo en el centro de un circulo de árboles,
levante la vista hasta donde me alcanzaba y lo que vi
me desconcertó más aún si eso fuera posible,
los troncos de los árboles eran una sucesión de letras
que ascendían hasta la copa y ésta eran claros poemas,
cada árbol uno distinto, me pare a leer uno detrás
de otro y todos los conocía.
Era cierto eran mis poemas,
todos los que había creado a lo largo del tiempo,
entré entre ellos y vi que había árboles más pequeños
a medio crecer y al fijarme bien me di cuenta que eran
esos poemas que tenía inconclusos.
Ahora me doy cuenta que para que estos árboles crezcan
necesitan de mis letras.
Poema: Antonio Caro Escobar.(Villanueva de la serena)
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Hélène Laurent
Mis pasos me llevaban por un sendero lleno
de letras diseminadas,
algunas se habían unido, fusionado para
juntas hacer pequeños versos,
otras más atrevidas llenaban grandes espacios,
se hacían llamar estrofas.
Seguí caminando por aquel sendero,
cuando quise sin darme cuenta estaba
en el interior de un inmenso bosque,
mire hacía arriba y vi altos árboles con troncos
tan grandes que no los podía abarcar con los brazos,
troncos que ascendían formando espirales de letras
para acabar en grandes copas que me tapaban la luz
del sol,
un cartel que había en un claro leí,
bienvenido al bosque de los poemas creados por ti.
Aquello me dejo confundido, perplejo,
pues me hallaba en un lugar creado por mi imaginación.
Gire sobre mis pies mirando en rededor.
Me hallaba justo en el centro de un circulo de árboles,
levante la vista hasta donde me alcanzaba y lo que vi
me desconcertó más aún si eso fuera posible,
los troncos de los árboles eran una sucesión de letras
que ascendían hasta la copa y ésta eran claros poemas,
cada árbol uno distinto, me pare a leer uno detrás
de otro y todos los conocía.
Era cierto eran mis poemas,
todos los que había creado a lo largo del tiempo,
entré entre ellos y vi que había árboles más pequeños
a medio crecer y al fijarme bien me di cuenta que eran
esos poemas que tenía inconclusos.
Ahora me doy cuenta que para que estos árboles crezcan
necesitan de mis letras.
Poema: Antonio Caro Escobar.(Villanueva de la serena)
antoncaes.wordpress.com
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Wow que precioso todo! Desde la imagen hasta las letras.
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