Te encuentro en la noche,
oscura,
amenazante de tijera en piernas
y savia entre selva
y amarguras,
ríos de sangre y agua,
leche expectante,
labios y hierbas que susurran
“adelante”
anhelantes,
incisivas.
Me abordas con la cuerda de lascivia
y matas,
degüellas,
me calcinas,
ocultas en tu piel mi fuego interno
decapitado,
maldito,
condenado al pantanoso sepulcro,
adicto,
alucinado en su ígneo recorrido,
absorto en su ir y venir
y en tus rugidos,
renegado y rebelde,
vanguardista bandido,
ofensor ofensivo.
Hartazgo tras el martirio…
la miel indiferente gotea,
surca los delirios
abandonada en tres ríos
de selvas,
tijeras
y troncos caídos,
desafiando al adiós
y a los hijos del frío,
a la guerra del ayer,
al pecho vacío.
Te suelto en la noche
irradiando entre ríos,
abandonando al pecho en su derrama
de calores dormidos,
abrazando oscuridades,
telones caídos.
Carlos Zapata (Querétaro, Mex.)
Reblogueó esto en sara33iay comentado:
Impresionante poesía del blog de La vida en poesia
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¡ Muchísimas gracias por la difusión Sara! Un abrazo
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Reblogueó esto en sara33ia.
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Lo he leído precioso
hasta el momento de cerrar los ojos,
y después,
al releerlo, también.
Vanguardista bandido me costó al principio
si es que al final lo he entendido
mas otra cosa es lo importante,
disfruté con el arte.
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¡ Estoy totalmente contigo Lisardo! Gracias por este tan bonito comentario.Un saludo
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Mucho arte…
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Gracias a tod@s por sus comentarios y por la difusión. Especialmente agradecido, Hélène, por este espacio en que la poesía puede acariciar, lamer, desgarrar, arañar, penetrar, besar e incluso devorar, pero jamás morder.
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¡ Gracias a ti! Por tu colaboración y por tus palabras.Un abrazo
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