No me digas que me quieres.
Déjame adivinártelo, sacártelo
de tus dientes, o los labios,
o con mis dedos rozando tu vientre azucarado.
Quiero averiguarte, encontrarme o inventarme
entre tus pliegues y luego
más adentro, en la sangre, en ese
hueso mío que apenas creces.
No me digas, no me mates ahora
con el impaciente llamado,
no me ves, acaso, aquí tirado
a tus pies, postrado?
Yo ya no sé. No quiero, necesitado
el hombro de tu cabeza
y mi mano de tu letargo.
Yo voy contigo a donde no vas,
yo voy, vengo, y de tu boca, hablo.
Daniel Garcia (Guadalajara, México)
Reblogueó esto en sara33iay comentado:
Una linda poesía de del blog ” La poesía no muerde”
Me gustaMe gusta